glifo

La batalla estaba perdida
los que quisieron otrora vencer al destino con su verbilocuencia
ahora yacen enmohecidos en criptas de sopor

tantas veces no me vi en el espejo del poniente
sumergiendo mi cabeza en la estructura de quimeras
la cazuela cósmica de diversidades
el melting pot que quisieron adentrarse por el culo
los antropólogos baratos y que creyeron los hijos de la patria
como metáfora amarga de una buena tribulación
que valía la pena

y mientras oía, oculto tras la molleja de esperanzas
que cosí con el cordón umbilical de la razón,
las postrimerías de un ideal barato,
cual era hundirme en metas nobles
descubría en la sinrazón una
respuesta al silencio
una comunión
quizás con el descanso

hinchado de alimentos banales
de simbologías occidentales
desgastados ya mis puños
de tanto describir la
decadencia
daba paso al oscuro
interlineado del silencio
imaginario

Garabatos de otras eras me mostraban el camino
y el claroscuro de un guerrillero
descuartizado en el pretérito permanente
me enseñaban que la palabra escrita
era el signo del señorío
y que un glifo, quizás enjuto y raído,
ha sido más poderoso que las miles de razones
que se trataron de inyectar los poseídos
para inocular lo ilusorio