Véame señora tzitzimitl

Así la veo con su rostro cubierto con la piel de mis hermanos y hermanas
Tan señora encumbrada en sus garras filosas
esperando el instante para hacerlas de jaguar
y lanzarse sobre su presa.

Oh, de nahuas aprendí a cantarle al infortunio
de pequeños ojos comencé a decodificar aquellos lamentos
de honda contemplación.

¿Cómo de otra manera si nos sacábamos los corazones?
Y aquel pulso copulaba con el universo.

Arrójate tzitzimitl...