De vuelta en el planeta capital

Todo comenzó cuando Livingstone puso su pata cideral en la costura cósmica del Capital PLanet. Hablando en creole manifestó su furia por el fuerte sol. A putas las mierdas que me yueben como flores en constelaciones. Posicionó su garganta de cachivaches mulas sobre la mesa de aduanas burocráticas. El yagatán de la razón robado a uno de los star-buriales que giraban por el universo con sus cuestas de dictadores legendarios, y sus señoras adormiladas como venados llorando sus muertes trágicas. O también la caracola devaganírica que vertía todo idioma al sanscrito fueguino, hablado por una pequeña porción del universo, que ya se había extinguido. O quizás como por gracia divina se dejaba perfilar la pequeña mano de un gnomo de traquelón, que cazados como chimps bonobos, iban dejando sangrar sus anatomías por el universo.

Descubridor de universos el livingston, dijo el Ingienero de Aduanas Burocráticas. Y que ha descubierto el perla.

Livingstone prefirió callar, en Capital Planet todos se creían el Umbiculum Terrae, o la guata cósmica de Sri Krishna Nazarethnus.

it will continue: para ser continuada