Estas cosas pasan

Es entonces, en el estado de miseria máxima, cuando sobreviene el vigor mas ínfimo de la vida, que brota como una eyaculación de alegría en la cual nos damos cuenta de que no podemos ser más miserables. Es entonces cuando el sayayin aparece para hacer cagar a freezer. Y me gustaría bailar con esa mujer, pero no puedo bailar. Soy mental, y entre una sincopa salvaje de mis neuronas enuncio texto a estructurar. Y trato de soltarme de mis sentidos, para volar libre por sobre mi cuerpo, buscando algo más que el metabolismo adecuado. Busco al espíritu. Y probablemente sin resultado, para lo cual me he preparado en aquellas filosofías cortantes que me mienten de muchas formas distintas. Ahora solo veo animalidad. Bestias devorándose unas a otras. Y nada que me saque alguna razón posterior. Nada que no sea muerte y destrucción. Paginas de la historia que se devuelven al comienzo, en aquel sueño perdido, aquella justicia circunstancial.