las enseñanzas de lama llama



“Esta babylon me la bebo en biberón” decía Yalá mientras encendía el bong cargado hasta los bordes de puro filete skunk. Decía obedecer las leyes de la creación al quemar yerba como con pasión por la vida. “Exodemonos” decía en su volá, pero sus palabras se perdían en el abismo de la inconciencia de sus contertulios. Demasiado volados para hacer cuajar aquella comunicación tan imposible como sus iluminaciones oscurecidas por el vicio redundante. Para esto los trajo dios al mundo, uno piensa, después de quemar unas ramas en la calle, infestando mi ambiente. Acabarían sus días en la confusión inmediata de sus mentes longevas azotadas por el flagelo de la droga. Agarraban sus piltrafas e inciensos para salir corriendo, escapando de los pacos. Empujándose los unos a los otros, solo para poder correr derechos sin darse tumbos en el suelo. Yala recibe un tunazo en la cabeza, otorgado por los carabineros. Y pensábamos salir de babilón, pero aceptamos después seguir entrando, al no tener salida.

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