Die alte

A veces escribíamos para no terminar reventados o quemados a lo bonzo. Cobardía frajuada en símbolos culiaos que heredamos de civilizaciones con emperadores hijos de dioses y que luego cacharon que los guarismos y las letras servían para echar andar el comercio. Y ahí llegamos nosotros como queriendo acabar con la cultura y la civilización metiéndonos en el corazón mismo de la duplicación del sistema, como si el che guevara hubiese estudiado contabilidad en lugar de medicina. A la mierda con las palabras, como decía Huidobro que tartamudeaba postmodernismo en sus cagás de poemas o el mismísimo de Rokha que escribía con la pichula empachurnada de ají color. Por eso se llama subversivo y no versivo, chuchetumare, aunque verso viene de versus rechuchetumare, decía el otro como queriendo profitar de la mierda. Cuando la mierda la quieran los ricos, cagamos, decía mi abuelo octogenario, al menos en mis recuerdos, porque la verdad que no era un hombre de muchas palabras. Un día condicionó regalarme un libro si respondía bien un interrogante. Como era una gramática de alemán, me dijo: "¿Qué significa 'die alte?' en aleḿan?". Ignorante se me enrojeció toda la cara y quedé mirando el libro de encuadernación verde en una repisa de su cuarto donde arrumbaba sus tesoros más preciados. Una semanas después terminé comprando en un negocio de anticuarios la misma gramática, pero era más antigua pues tenía los caractéres góticos llamados Fraktur, comunes en alemania pre-guerra, que los nazis eliminaron por ser letras de inspiración judías. Al final me quedé con libro, pero sin abuelo o me quedé sin abuelo, pero con libro.

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