Aqui desde la frontera de lo inimaginable

Retorno a la miseria misma;
donde todo surgió,

entre gruesos libros de orientales signos
y miradas ausentes...

La observación de la pantalla bloquea la mente con dulce narcosis
y mientras nos vamos haciendo moluscos con nuestros caparazones a cuestas
la conexión nos envenena con sus rizomas...

la wa miserable

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