Yo no sabía...

que la miserabilidad nos consume,
que la desdicha nos corroe,
que la ternura nos está vedada,
que el hambre es más que una compañera,
que el placer es menos que efímero,
que la desidia es nuestro norte,
que el crimen nos espera tras la puerta,
que cada noche nos desespera,
que cada día aumenta nuestra carga,
que cada individuo es uno más en la multitud,
que no hay escapatoria,
que la muerte es una ilusión,
que estamos condenados a decaer...

...presos de esta huevá miserable.

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