¿Que chucha estos culiados? primera parte

Iban a escribir tremenda poesía, aquella que iba a inferir el castigo sobre sus cabezas cortadas, ya hace mucho, por los censuradores apocalípticos que sobrevienen de nuestras situaciones. Cuales coordenadas cartesianas, aquellos verbos serian códigos hermetistas, que nos darían aquel impairment desarrollado por natura en sus mentes. Así ellos se veían, en la cumbre de sus comprensión máxima del fenómeno miserable, vibrando sus auras hasta el paroxismo, a un paso mas allá del tiempo. Como rajando con dedos enmierdados la suave corteza del alma, como si fuese un arpa de colores, plasmando iridiscencias sobre la cara de ahueonado del que escucha, y juzga, ¿qué chucha estos culiados? En el ápice de la imbecilidad humana. ¿Hasta cuando chucha, mas bien, dirán ellos, de engaños pragmáticos?. ¿Cuantas causas te han llevado al mismo fin? El cual es la wea mas miserable que puedas escuchar. Crípticos hasta la mierda los culiados. Como si fueran monjes dictatoriales, predicando dioses que no existen, y recitando el mensaje de represión. Dicen que podríamos estar mejor. Sin embargo somos del populo, blandimos afiches gastados con simbología mucho más gastada aún, predicamos la reconciliación, sin siquiera reconocernos a nosotros mismos. Vayan por el camino, dicen, perdidos en la mar. Con cara de loco pegado a una roca. Empezaban un largo viaje para proponer muerte abierta. Caldos de cultivos semánticos floreciendo del cacumen literario, con malformaciones congénitas de significado. Horrorizados por nuevos conceptos, prefieren devolverle pasos al camino. Les da paja escribir la wea. Ta muy cuatica, dijo un culiao. Mejor escribamos en suahili.