La Media Vuelta
Llegamos a lo más profundo de este abismo. Ya nada queda más allá. Cercanamente, a solo pasos, la entrada truinfal de la nueva literatura lo hace de este modo. No otro. Así de coaticos volvimos a las andanzas multifuncionales de nuestra literatura espontanea. Con el pie espontaneo que pisa mierda, se gesta el devenir ipsofacto, ad valorem y de un paraguazo. Así de brigidos, concatenando sentido en la dirección correcta. la de este viento vital. Me veo más alla. Espontaneo y cercenador, la nueva pluma rompe los mundos y con ello a los inmundos. Como un Dios errando, dejando la pura zorra adrede. Y que así sea su voluntad entonces, en el máximo de los egoismos. Sentirse divino, y de repente, se acaba. Llega alguien a cortar la entrada. Entonces nos despedimos, quizás algo vimos o de algo te acordaste. Cercenado e inmundo, el cadaver del recuerdo muere de nuevo frente a tu ojos. Ya no quedaba nada más de este regreso. Quizas nunca me fuí. Me dormí y desperté. Y al otro lado estaba yo.
Etiquetas: El otro humor, Poemas miserables, Ser escritor y miserable, Ser miserable, verborrea miserable
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